La obra de Raquel Schwartz trata muchas veces de construir un lugar habitable, como una especie de refugio opresivo pero cálido. Uno de sus trabajos más representativos tuvo lugar en la Bienal del Mercosur en Porto Alegre, Brasil. Después de envolver varios espacios y objetos con tela de pelo rosa, produjo todo un espacio titulado “Ilusión V”. Para esta instalación específica del sitio, el artista envolvió una casa completa, incluidos no solo los muebles y las paredes de la casa, sino también los objetos cotidianos. Esta apropiación de la idea del “rosa” como arquetipo de la suavidad y la perfección lo transforma en un fastuoso despliegue. Es, además, la continuidad de una investigación en curso iniciada en 2001, con “Cárcel de ilusiones”, su obra para la Bienal de Sao Paulo de 2001.